Esta calabaza lacada es toda una expresión de la cultura maya. Desde tiempos prehispánicos es conocida la técnica del “maque” o laca mexicana. Esta técnica artesanal consiste en la utilización del aceite extraído de la semilla de la chía y la planta de chicalote, así como de la hembra del insecto llamado aje (Coccus Axin).
Estas sustancias se mezclan con colores naturales obtenidos de distintos minerales y vegetales. Originariamente la técnica del laqueado se empleaba en la decoración de jícaras (recipientes), si bien con posterioridad a la llegada de los españoles, la artesanía se extiende a la decoración de muebles, baúles y cruces.
Hoy en día esta técnica sigue siendo utilizada en el Estado de Chiapas, siendo su epicentro la localidad de Chiapas del Corzo. Una característica muy particular de esta técnica es la utilización de las yemas de los dedos (sobre todo el meñique) para dibujar los pétalos de las reconocidas rosas de los distintos objetos decorados. Nunca mejor dicho, el artista deja su huella en su obra.
La calabaza lacada se presenta en dos tamaños, la pequeña con una anchura aproximada de 14 centímetros, alcanzando las grandes los 18 centímetros. Están realizadas en calabazas secadas y vaciadas a mano. Cada una de ellas está bellamente decorada con las originales rosas que las caracteriza.
Con estas calabazas tendrás la seguridad de llevarte una fantástica y colorida artesanía, llena de historia y simbolismo. Cada una de ellas es realmente única y exclusiva. ¿Cuál es la que más te gusta?.